viernes, 18 de mayo de 2012

Contextualización histórica

Desde 1875, la vida política en España se regía por la alternancia pacífica en el poder de los dos grandes partidos, el liberal y el conservador, oligarquía, fraude electoral y caciquismo es la tónica del sistema conocido como restauración borbónica.
Nunca llegó a ser un sistema plenamente democrático.
Durante el reinado de Alfonso XXIII y la regencia de María Cristina el sistema alcanzó su consolidación.
En 1898 con la pérdida de las últimas colonias españolas, estalla una única crisis con la que comienza el declive del sistema.
Una de las repercusiones de la crisis fue la aparición del regeneracionismo, movimiento intelectual y critico que rechazaba el sistema de la restauración al considerarlo un lacra para el pueblo de España. Pero no consiguió llevar a cabo las reformas anunciadas.
Durante el reinado de Alfonso XXIII, se manifestarán una serie de problemas en diferentes aspectos de la vida española que van mermando un régimen que acaba desembocando en la dictadura de Primo de Rivera.
El gran desarrollo económico de las regiones periféricas contribuyó al desarrollo del nacionalismo periférico y al aumento de las luchas sociales: mayor conciencia de la clase obrera y aumento de su capacidad de movilización.
También reaparece el conflicto religioso, el anticlericalismo se fue extiendo a parte de la opinión pública urbana.
Por último cabe mencionar el problema colonial. Desde finales del S.XIX el interés por el Reino de Marruecos había ido aumentando. España se embarcó en una aventura, la guerra del Rif, que le consumiría ingentes cantidades de tropas y recursos.


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